Todos sabemos los males (y los bienes) que hay en estos pagos. Pero a veces no está de más recordarlos.
martes, 16 de noviembre de 2010
El navegante
Primero fuiste el misterio, la fascinación de lo lejano, de lo insondable. Rumores de acordeones parisinos, de bohemia europea...
Luego, de a poco, esa presente ausencia se fue corporizando. Y te hiciste carne, cara, voz, risa, canto, llanto.
Y al fin te tuvimos entre nosotros. Pudimos sentir tu risa, tus caricias, tus abrazos. Con la certeza de que eran efímeros. Y tal vez por eso, más intensos.
Finalmente, una patriada familiar me llevó hasta tu nueva tierra. Y con mi admiración adolescente pude aprender de vos, asomarme contigo a aquel misterio milenario llamado México. Me río al pensar en el reproche por haberme quedado tanto tiempo en la cima de la Pirámidel del Sol, en Teotihuacán, maravillado por esa belleza difícil de describir. Con generosidad, me abriste los brazos y me mostraste cosas que ni siquiera me imaginaba que conocería. Tu arte, tus amigos, algunos vicios. Y lo más importante: pude sentirme más cerca tuyo.
Luego, la vida. Las distancias y las rutinas familiares y laborales. Los años. Era más lo que nos separaba que lo que nos unía. Aunque, hasta el día de hoy siento que tanto el uno como el otro sabía que estaba aquí, que estabas allí, adivinándonos casi a la distancia. Queriéndonos a nuestra manera, aunque no lo dijéramos.
Con tu arte, con tu vida errante - aunque en el final lograste echar amarras - para mí siempre fuiste un navegante. Te imagino con el uniforme en la proa del buque. Como aquellas figuras románticas de las novelas adolescentes. Como el Corto Maltés. El pecho erguido, de cara al sol, el cigarrillo entre los labios, sin mirar por un instante atrás. Que el viento te lleve adonde él disponga. Y bien que lo hiciste. Como dice la canción: "Navega alma mía, navega, respira el dolor por las velas".
Yo, desde esta costa, seguiré viendo como pasa tu velero. Y diré: allá va mi tío Luis, al que quise tanto... Hasta siempre navegante.
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:)
ResponderEliminarJust nice...
ResponderEliminarun privilegio para uds haber disfrutado de semejante persona, orgullo y recuerdos son lo que ahora quedo en sus manos familia casasco.
Un abrazo grande Fer.
Te envio mi cariño, en este momento de tanta tristeza yo fui una gran amiga de Luis y se lo orgulloso que estaba de ti.
ResponderEliminarEnvio para ti y tu familia un fuerte abrazo lleno de amor.
Blanca
Gracias a todos por los comentarios y saludos.
ResponderEliminarNo te conocí pero como muchos otros yo estuve muy cerca de Luis sobre todo cuando llego a México, y digo muchos otros porque se gano el corazón de muchos de nosotros. Quiero decirte, y que le digas a los tuyos, que lo quisimos mucho, que fue un excelente ser humao y una persona maravillosa y que debe de estar muy horgullosos de él, como él de ustedes, aunque lo tuvieron a la distancia.
ResponderEliminarCuentales a las nuevas generaciones de tu tío Luis, el navegante... el conquistador, porque a donde quiera que llagaba conquistaba el alma de todos.
Angel Ciro.
Xalapa, Veracruz, México
Ballet Folklórico de la Universidada Veracruzana
Gracias Angel Ciro, pero yo creo que te conozco, o al menos tu nombre me suena mucho del ballet.
ResponderEliminarSin dudas así lo recordaremos a mi tío, con la alegría de vivir y el arte que desparramó por los 100 rumbos que anduvo. Y le contaremos a nuestros hijos y nietos de sus andanzas de conquistador. Abrazo grande.
Querido amigo, hermoso el homenaje al Tio Luis, del que yo siempre escuché tus relatos en el seno de tu familia y al que tu ve el privilegio de conocer en uno de sus viajes. Y me di cuenta de conocerlo de toda la vida.
ResponderEliminarAbrazo a todos los Casasco,
Gracias hermano querido, abrazo fuerte.
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