sábado, 27 de febrero de 2010

Tilingos



Ay, Clarín, Clarín...
Dice Don Arturo: "El tilingo es al guarango lo que el polvo de la talla al diamante. O la viruta a la madera. Producto de un exceso de pulido, o de la garlopa que se pasa. Es la diferencia que hay entre tomar el vaso “a la que te criaste” y tomarlo entre las puntas del índice y el pulgar y con el meñique apuntando a la distancia.
Pero digamos que en el guarango está contenido el brillante y también la madera para el mueble. En el tilingo nada. En el guarango hay potencialmente lo que puede ser. El tilingo es una frustración. Una decadencia sin haber pasado por la plenitud.
(...) Tilingos y guarangos unidos contra los guarangos terminan por mezclarse y se vuelven contra el país que no es guarango ni tilingo. Y esa es la explicación psicológica de algunas revoluciones, cuyas raíces son económicas y sociales pero utilizan estos instrumentos, porque los que manejan el país desde afuera saben cuáles son nuestros puntos débiles".

viernes, 26 de febrero de 2010

Hay un suicidado que vive...



El ex oficial de la marina Jorge "El Tigre" Acosta, sometido a juicio oral por delitos de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar, afirmó que el periodista Rodolfo Walsh, una de las víctimas de esos hechos, "se suicidó".
El procesado lamentó también y dijo que se sintió "intimidado" por el "aplauso cerrado" que provocó en la sala de audiencia por parte de familiares de las víctimas la lectura de la "Carta Abierta" que Walsh escribió para la Junta Militar que entonces, 1977, había tomado el gobierno del país.
Esa carta "es un documento pero también un arma de la guerra civil revolucionaria terrorista" y que el aplauso que generó su lectura significa que "la guerra no terminó".

Más allá de la certeza o no del argumento de Acosta sobre la forma en que murió Walsh (varios testimonios coinciden en que fue acribillado mientras intentaba defenderse con un revólver calibre 22), lo escalofriante son las palabras del represor respecto a la "Carta abierta" de Walsh. Esa carta, que fue la que había ido a depositar en un buzón el 25 de marzo de 1977, el día en que lo interceptó el grupo de tareas de la ESMA, es la misma carta que le contesta a Acosta:

"Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas".

"La guerra no terminó", dice Acosta. Y es verdad. La guerra contra la pobreza y la inequidad social no ha terminado. Como tampoco terminó la guerra contra la injusticia y la desmemoria. Una guerra en paz, sin armas, con tribunales juzgando a los autores de las peores masacres que recuerde nuestra historia.
Y por eso Walsh, suicidado o acribillado a tiros, sigue viviendo.
(Caricatura de Andrés Cascioli)

miércoles, 24 de febrero de 2010

Que vuelva...



La cosa es así:
La oposición quiere quedarse con la mayoría en todas las comisiones del Senado. Es decir, dejar al oficialismo en minoría.
El oficialismo, sumando a los aliados, tiene 35 senadores. Para tener quórum propio e imponer su propuesta, la oposición tiene que reunir 37 senadores. Hasta ahí todo clarito y democrático.
Resulta que hasta esta mañana, la oposición decía que tenía un acta firmada por 37 senadores, lo cual obligaba al oficialismo a aceptar la propuesta como cosa juzgada.
Pero hete aquí que pasado el mediodía varios se sorprendieron con la noticia de que Carlos Menem estaba en La Rioja y no se presentaba a votar en la Cámara Alta. Con lo cual, el quórum propio de la oposición se caía.
Pese a todo, el bloque del Frente para la Victoria se presentó a votar los temas acordados: las autoridades de la Cámara. Y se prestó al debate sobre la conformación de las comisiones. Como no había acuerdo en la postura de la oposición, los senadores oficialistas, encabezados por Miguel Angel Pichetto, se levantaron y se fueron.
En estos momentos, los miembros de la oposición – desde Adolfo Rodríguez Saá a Gerardo Morales; desde Carlos Reutemann a Ruben Giustiniani; desde Juan Carlos Romero a Luis Juez; desde Nito Artaza a Norma Morandini -, acompañados por varios medios de comunicación, entonan al unísono un tema que marcó una época. Y que algunos creíamos que no íbamos a volver a escuchar:

viernes, 19 de febrero de 2010

Gracias por avisar



Gracias mostro… En cuanto logre llegar a la calle y encontrar un taxi, colectivo, subte, gomón, lancha a motor o crucero transatlántico que me saque de acá; en cuanto pueda atravesar la ciudad anegada y llegar a mi casa; en caso de que no esté inundada también mi casa; y en caso de que tenga luz para saber donde está la basura, me voy a acordar de tu gentil consejo y no voy a sacar la basura.
Te agradezco tanto, sos tan gentil. No te hubieras molestado.

El pianista en su laberinto



Lo conocí una noche, en el Centro Cultural San Martín. Acabábamos de asistir a la presentación en vivo del disco de otro grande del folklore y del piano: Adolfo Abalos. La amistad de mi viejo y mi tío con su actual esposa sirvió de puente. Apenas estreché su mano, observé la economía de palabras y de movimientos, que contrastaban con su gran contextura física. Indicios sin duda de la enfermedad degenerativa que arrastraría hasta su muerte, ocurrida ayer.
Me impresionó algo que escuché en la radio: esa enfermedad lo hizo olvidar completamente todo idioma musical. Incluso su hijo, Facundo, comenzó a enseñarle de nuevo, como a un niño: Do, Re, Mi… y así. El ponía empeño en aprender, aunque con las dificultades propias de su salud y de su edad. Incluso dicen que un día se sentó al piano y comenzó a ejecutarlo con la maestría de tiempos pretéritos. Pero – como aquellos pacientes a los que Robin Williams medicaba en la película Despertares – casi inmediatamente volvió a caer en la ciega hondura de su patología neurológica.
Ariel Ramírez fue un grande de la música nacional y se despidió ayer. Curiosa mueca del destino: la intérprete, el autor y el compositor de obras fundamentales como Mujeres Argentinas y Cantata sudamericana pegaron el portazo de este mundo con pocos meses de diferencia unos de otros. Ariel fue un creador prolífico. A las mencionadas se pueden agregar obras monumentales como la Misa Criolla (con la que recorrió el mundo) y Los caudillos. También están sus encuentros magistrales con Jaime Torres, cumbre del folklore latinoamericano. En su lado oscuro, quedan las sospechas de muchos autores sobre el manejo de fondos en SADAIC, entidad de la que fue durante muchos años presidente. Cuestiones humanas, a las que la muerte y el paso de los años suelen aplacar.
“Alfonsina y el mar”, “La tristecita”, “El Paraná en una zamba”, “Zamba de Usted”, “Antiguo dueño de las flechas”, son algunas muestras de su maestría, obras ya inmortales. Pero a mí la que siempre me gustó más es “Volveré siempre a San Juan”, con letra de Tejada Gómez, sobre todo la versión del propio Ramírez con Angela Irene. Lamentablemente no la encuentro en la red, así que ahí va algo del maestro con su colega Jaime Torres y la versión que Angela hizo de “Volveré…” este verano en Cosquín.



martes, 16 de febrero de 2010

Bienvenidos a Buenos Aires Playa





Primero fue la arena, luego las sombrillas y las reposeras. Y este verano... llegó el agua! Para nadar, navegar, hacer deportes acuáticos o solamente hacer la plancha.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue Haciendo todo lo posible para que todos los vecinos tengan una vida más placentera. De nada.

domingo, 14 de febrero de 2010

Se fue el Negro



“En casi todos los medios de difusión del país existe censura previa. Un amplio arco de grupos y personas, desde las Madres de Plaza de Mayo hasta Pacho O’Donnell, pueden dar fe de ello. No es de ahora el hábito. Cuando en 1976 se instaló el Proceso en el Estado, los censores militares sólo necesitaron actuar durante dos semanas; en los años subsiguientes la mayoría de las empresas periodísticas le cuidaron la espalda, expulsando del circuito comunicacional a las voces disidentes.”
Una de esas voces, acallada, exiliada, y luego recuperada por la Democracia, se apagó definitivamente ayer. Se fue el 'Negro' José María Pasquini Durán, quien compartiera redacciones con Rodolfo Walsh, Jacobo Timerman, Osvaldo Soriano, y tantos otros grandes. Una pena.

sábado, 13 de febrero de 2010

Sentenciado



No, muchachos, así no. Me parece que no entendieron nada.
¿Cómo van a decir que el tipo no la quiso quemar, que parecería ser que solo fue un accidente?
¿No le ven la cara de loco, de desquiciado, de violento?
¿No saben que es baterista de Callejeros, ese grupo maldito del incendio en Cromañón?
¿Qué se piensan? ¿Que esas cosas no dejan huellas? Donde hubo fuego, cenizas quedan. Y de esas cenizas, vuelve el fuego. Y todo se quema.
Además, lo más importante: ¿no se dieron cuenta que los medios ya habíamos dictado sentencia?
Y esa sentencia no reconoce ninguna apelación.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Mordaza T



El gobierno Tupamaro de Tabaré Vázquez multó a 36 medios uruguayos porque no transmitieron un mensaje en cadena nacional a favor de la anulación de la Ley de Caducidad (amnistía a los militares acusados de crímenes de lesa humanidad).
Los medios privados demostraron una vez más su vocación democrática y pluralista al negarse a emitir el spot en el que hijos de desaparecidos llamaron a votar por la papeleta rosa en el plebiscito que se realizó junto a las presidenciales del 25 de octubre.
“Cuando se establece una cadena nacional de radio y televisión, los medios deben adherir porque hacen uso de un bien público y deben prestar servicios cuando las necesidades del gobierno y el Estado lo requieren”, dijo el ministro de Industrias, Raúl Sendic, al anunciar la medida.
Lo dicho: un acto de censura dictatorial de un gobierno chavista y populista, como lo es el uruguayo. Menos mal que en Argentina esas cosas no pasan.