Todos sabemos los males (y los bienes) que hay en estos pagos. Pero a veces no está de más recordarlos.
viernes, 23 de julio de 2010
Para leer a Clarín...
Ya sé que muchos lo hacen: tenemos ejemplos en gráfica, radio y tv de publicaciones o programas que tratan de esclarecernos sobre las inexactitudes o mentiras del gran diario argentino.
Pero desde este humilde blog queríamos agregar nuestro granito de arena.
Tomemos por ejemplo el siguiente artículo:
TV digital: por decreto, el Estado podrá transmitir otros canales
Mientras se le niega el acceso a la televisión digital a los canales privados de TV abierta que existen actualmente, el Gobierno avanza en la creación de un monopolio estatal para la transmisión de TV digital abierta, que podrá elegir arbitrariamente qué canales públicos y privados subir a su plataforma.
Donde dice: "... se le niega el acceso a la televisión digital a los canales privados de TV abierta..." debería decir que Artear, del Grupo Clarín, había ya decidido implementar la norma estadounidense de TV digital. Por ese motivo, hizo un fuerte lobby ante el gobierno nacional para que esa fuera la norma implementada por el país y así ser pionero en la nueva tecnología. Pero la decisión del gobierno de Cristina de adoptar la norma japonesa - en conjunto con Brasil - les escupió el asado a los muchachos de Magnetto. Que se va a hacer, otra vez será...
Donde dice: "... creación de un monopolio estatal para la transmisión de TV digital abierta..." debería explicar que el Estado está en la primera fase de implementación de la nueva tecnología. Y esto lo debe hacer el Estado porque los monopolios privados, como se vio en el párrafo anterior, ya habían hecho otra opción, distinta de la hecha por las autoridades nacionales. Es lógico que en esta primera etapa el monopolio sea estatal, para luego ir a una etapa en la que se pueda optar libremente el sistema. Algo que los monopolios privados no permitían en la elección de sistema de TV por cable, por ejemplo.
Donde dice: "...elegir arbitrariamente qué canales públicos y privados..." debería decir que, lógicamente, si el sistema es brindado por el Estado, es el Estado el que debe decidir qué señales se distribuirán. Esas señales, sería de esperar, que mantengan un esquema plural, aunque con preeminencia de canales públicos. Aunque de arbitrariedades el grupo Clarín ya conoce un rato: como cuando no emite por sus sistemas de TV por cable canales como CN23; o como cuando forzó el cambio de la TV pública, el histórico Canal 7, a la señal 15, espacio reservado a canales de cable pese a tratarse de una emisora de aire.
En fin, habrá que seguir aguantando estas andanadas. Son las represalias lógicas por el logro histórico de avanzar hacia un nuevo sistema de medios en la Argentina.
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