viernes, 26 de febrero de 2010

Hay un suicidado que vive...



El ex oficial de la marina Jorge "El Tigre" Acosta, sometido a juicio oral por delitos de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar, afirmó que el periodista Rodolfo Walsh, una de las víctimas de esos hechos, "se suicidó".
El procesado lamentó también y dijo que se sintió "intimidado" por el "aplauso cerrado" que provocó en la sala de audiencia por parte de familiares de las víctimas la lectura de la "Carta Abierta" que Walsh escribió para la Junta Militar que entonces, 1977, había tomado el gobierno del país.
Esa carta "es un documento pero también un arma de la guerra civil revolucionaria terrorista" y que el aplauso que generó su lectura significa que "la guerra no terminó".

Más allá de la certeza o no del argumento de Acosta sobre la forma en que murió Walsh (varios testimonios coinciden en que fue acribillado mientras intentaba defenderse con un revólver calibre 22), lo escalofriante son las palabras del represor respecto a la "Carta abierta" de Walsh. Esa carta, que fue la que había ido a depositar en un buzón el 25 de marzo de 1977, el día en que lo interceptó el grupo de tareas de la ESMA, es la misma carta que le contesta a Acosta:

"Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas".

"La guerra no terminó", dice Acosta. Y es verdad. La guerra contra la pobreza y la inequidad social no ha terminado. Como tampoco terminó la guerra contra la injusticia y la desmemoria. Una guerra en paz, sin armas, con tribunales juzgando a los autores de las peores masacres que recuerde nuestra historia.
Y por eso Walsh, suicidado o acribillado a tiros, sigue viviendo.
(Caricatura de Andrés Cascioli)

2 comentarios:

  1. Gracias Fernando, muy buena.

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  2. Más que suicidado creo que Rodolfo vive en cada uno de los que buscamos el cambio social. Igual que todos los compañeros que se le animaron a los vendepatria de siempre.

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