miércoles, 6 de enero de 2010

No le eches la culpa a Martín



A esta altura el problema no es un presidente más o menos del Banco Central. El problema es del gobierno. Un economista que laburó siempre para los grupos financieros internacionales y fue niño mimado de los mercados durante el menemismo, no cambia así como así de ideas. Hasta los más ortodoxos saben que por momentos en la economía hay que ser heterodoxos (¿se acuerdan cuando Chacho recomendaba la designación de Cavallo durante la Alianza por su supuesto “cambio de ideas”?). Pero en algún momento les salta de nuevo la térmica y vuelven al regazo del economicismo. Además, no hay que olvidarse que son divas. Y si además, están al frente de una entidad “autárquica” (de los poderes políticos, no de los económicos), el combo está completo.
En estas cosas, las medias tintas terminan siendo lo peor: o barrés de una vez con esa patraña neoliberal de la “autonomía” del Central, elogiada a coro por el republicanismo local; o promulgás una ley del Congreso para crear el famoso Fondo del Bicentenario. O te avenís al dictado del mercado de capitales y negociás con sus representantes locales. Es decir: “Llamalo a Martín y que se venga a tomar un cafecito, a ver que le parece esta idea…”
Como peronista creo que debe ser el poder político el que tenga en sus manos las decisiones claves en materia de política económica y la planificación de las principales actividades. Pero es el Gobierno el que le pifió al vizcachazo al creer que este “Golden Boy” iba a decir siempre “sí, Néstor, sí, Cristina”. Lo demás es engañarse y crearse crisis al garete. De un Martín a otro Martín, la historia vuelve a repetirse…

1 comentario:

  1. Linda foto del Tincho, parace la tapa del disco de un canante melódico medio ochentoso, con la camperita multicolor y el río de fondo.
    Debe tener algunos lentos piolas para rascar en el reservado.
    ¡cómo me calienta!

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