Anna Ardin se llama la sueca que denunció por abuso sexual al famoso Julian Assange, creador de WikiLeaks, causa por la cual el tipo ahora está detenido en Londres.
Muchos habrán visto detrás de esa denuncia alguna jugada de los servicios de inteligencia más sofisticados del mundo, como la CIA, el FBI, el MI5 o el Mossad.
Pero no, señores, craso error.
Todo el asunto fue urdido por el ex presidente Néstor Kirchner. Se ve que el tipo ahora, esté donde esté, tiene más perspectiva y puede decidir operaciones a escala planetaria. No ya esas operetas de cabotaje como la causa de las escuchas contra Mauricio o la de los hijos de Ernestina.
Pero la operación "K" quedó al descubierto: Ardin en su blog se declara "peronista" y "kirchnerista". Como vemos, los blogueros "K" ya no sólo cobran suculentos cheques que distribuye Aníbal Fernández, pretenden fusilar a Leuco con una metralleta, terminar con la prensa libre, sino que además piensan acabar con cualquier héroe posmoderno que ose revelar cuantos mojitos se clavó Sergio Massa en la casa de algún banquero o el color de la palangana en la que se enjuaga las patas Cristina cuando vuelve a Olivos.
La crispación kirchnerista atenta contra la seguridad mundial. La denuncia de Anna a Julian nos aisla más del mundo. ¡Y nadie hace nada!
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