miércoles, 16 de febrero de 2011

¿El infierno son los otros?


(Sí, ya sé, es viejita la nota, pero se puede leer)
La violencia y las muertes en la toma del Parque Indoamericano mostraron una Buenos Aires en constante erupción social, por las malas políticas y la ausencia del Estado. Y también lo peor de nuestra dirigencia y nuestra sociedad: la xenofobia y la discriminación hacia el más necesitado.

Como afirma el periodista Eduardo Blaustein, “las villas miseria capitalinas han sabido sobrevivir a todo porque son parte inherente de una historia económica y social dinámica, imposible de aislar y aniquilar en laboratorio. Son también parte de la vida de la ciudad, parte de su fuerza laboral. Aún cuando la ciudad quiera verse blanca, bonita, pulida, moderna y eficiente y aún cuando pretenda quitarse de encima ‘el problema de las villas’” (1). De ellas salen el vendedor ambulante, pero también la trabajadora doméstica; el pibe que pide monedas en el semáforo, pero también el costurero en un taller textil; el que le roba las zapatillas a algún desprevenido, pero también el albañil que trabaja en obras pequeñas o en la gran construcción; el transa que se llena los bolsillos a costa de la salud de otros pobres, pero también el que junta y recicla cartón y ayuda así a mejorar nuestro medio ambiente.

Claro que muchos de los habitantes de las villas son inmigrantes. Y gran parte de ellos vienen de Bolivia. Bolivia es un país ubicado al norte de la Argentina – nuestras vecinas de Barrio Norte deberían tener en cuenta que viven al sur de Bolivia-. Si estudiamos un poco de historia sabremos que los levantamientos de Túpac Amaru II y Túpac Katari y, luego, las sublevaciones de Chuquisaca y La Paz de 1809 fueron el punto de arranque de las guerras de independencia hispanoamericanas. El presidente de nuestra Primera Junta de Gobierno, Cornelio Saavedra, nació en Otuyo, Corregimiento de Potosí, en la actual Bolivia. Mariano Moreno, secretario de la Junta, y uno de los principales ideólogos de nuestra Revolución, estudió en la Universidad de Chuquisaca. Y al Congreso de Tucumán, que declaró nuestra independencia, enviaron representantes provincias ubicadas en el actual territorio boliviano. ¿Sabrán los elegantes vecinos de Palermo que la calle Serrano homenajea a José Mariano Serrano, diputado por Charcas? ¿O los de Villa Urquiza conocerán la historia de Pedro Ignacio Rivera, representante de Mizque, en el actual departamento de Cochabamba?

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