Esta mañana, como al pasar, y para entretenerlo un rato, le canté a mi hijo de 2 años algunas estrofas de la Marcha de Osías y del Perro Salchicha. Pocas horas después me enteré que la gran María Elena se había ido para siempre, dejándonos su arte para que nos haga compañía. Y pensé que no hay mejor homenaje para hacer a un artista popular que seguir cantando sus canciones, leyendo sus libros. Más allá de su maravillosa obra infantil, nos legó también himnos que marcaron mi adolescencia y mi juventud como Serenata para la tierra de uno, Como la cigarra y Vals Municipal. Así que ahí va este humilde homenaje, por todo esto y por aquello de… “Porque el idioma de infancia es un secreto entre los dos Porque le diste reparo al desarraigo de mi corazón. Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy, Por todo y a pesar de todo, mi amor yo quiero vivir en vos”. Gracias, señora Walsh.